lunes, 7 de septiembre de 2009

Las Carolinas en Noticias Urbanas

Daniel Gaguine
MUY BUENA.

Dos mujeres, madre e hija, están tomando sol. Dan la pauta de una vida vacía y frívola. Ambas se llaman igual: Carolina. Y esta simbiosis entre madre e hija, con las consabidas identidades, será el nudo en el cual esta comedia dramática giará. Porque si la hija quiere salir y la madre no la deja, el patetismo hace que surja una risa nerviosa ante una realidad no tan lejana gracias a la crianza de varios años hasta la fecha.
La crianza la culpa y el deseo de vivir se entremezclan para dar vida a una puesta sólida, que permite la sonrisa cómplice que incomoda más que la carcajada. El "nosotros" y el "afuera" ( lo desconocido, lo que puedo llegar a ver pero no aprehender), es otra de las patas de la obra, que cuenta con destacadas actuaciones. La escenografía y la iluminación son acordes a una puesta que logra el cometido de entretener y dejar pensando a un espectador que sentirá que puede descubrir la obra en varias facetas o quedarse con la comicidad de una puesta sólida y toalmente disfrutable.